Actualmente se utilizan diferentes términos para hacer alusión a los productos con los que diariamente cuidamos nuestra piel. Lo anterior puede llegar a confundirnos, por lo que vale la pena aclarar y profundizar en cada uno de ellos, ya que se refieren a productos muy distintos.
Etimológicamente la palabra cosméticos proviene del griegoκοσμητικός(kosmētikos), del verbo κοσμέω (kosmeo: adornar, poner en orden, embellecer), que a su vez proviene deκόσμος(kosmos: orden, limpieza, belleza). En las antiguas civilizaciones (egipcia y griega), se utilizaba pintura en labios y delineadores de ojos para resaltar la belleza del rostro. Se considera un cosmético cualquier producto para limpiar, embellecer o cambiar de color alguna parte del cuerpo.
El término dermoscosmética o cosmeceutics en inglés, fue descrito en la década de los 80´s por el Dr. Albert Kligman, dermatólogo estadounidense (mismo que introdujo el término “fotoenvejecimiento” para hacer mención al daño producido por una sobrexposición solar a lo largo de la vida). La palabra es un híbrido en inglés de cosmetics + pharmaceutics = cosmeceutics, el cual se utiliza para referirse a productos cosméticos que contiene ingredientes activos, cuya eficacia se ha demostrado con investigación científica.
La diferencia más notoria entre un producto cosmético y un dermocosmético es su composición y la penetración en el cuerpo, los primeros no alteran la función o estructura de la piel, cabello o uñas, mientras que los segundos se encuentran diseñados para que los ingredientes activos a través de ciertos vehículos penetren y generen un cambio estructural.
A diferencia de los productos cosméticos que se pueden adquirir en cualquier tienda departamental, supermercados, catálogos etc; Los dermocosméticos se adquieren en farmacias especializadas, clínicas de medicina estética y dermatológicas.
¿Cualquier Persona Puede Utilizar Un Dermocosmético?
Los cosmecéuticos contienen ingredientes de eficacia comprobada, el porcentaje en el producto es variable, sin embargo, suficiente para tener un efecto demostrable, sin ser precisamente un medicamento, con el tiempo mejorarán la textura, estructura y apariencia de la piel, pelo y uñas, utilizándose como complementos en el tratamiento de padecimientos específicos, suelen ser altamente tolerados por la población en general, siendo muy importante que sea recomendado por un médico estético o dermatólogo, ya que el podrá indicar lo adecuado para cada piel y padecimiento.
En conclusión, ambos productos sirven para mejorar la apariencia, los cosméticos hacen un cambio sólo exterior, mientras que los dermocosméticos lo hacen por fuera y por dentro.
Es muy importante contar con una rutina de cuidado diario y adecuada para cada tipo de piel, estilo de vida y características específicas. Sin olvidar la limpieza por las mañanas, noches y el uso de fotoprotector diariamente.
Dra. Claudia J Rivera
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